Gran expectación en Llombai ayer por la tarde para ver uno de los
definitivos encuentros que nuestro Benjamín A ha de disputar en estas
fechas. Entre los asistentes la Madre de nuestro entrenador, y el padre de nuestro querido Capelleta, quienes siguen muy de cerca la evolución del equipo.
El rival, El Almenara “A” que tan difícil nos lo puso en la
primera vuelta venía con ganas de retrasar lo que a fecha de hoy parece
inevitable. Bien plantados sobre el césped, ordenados y muy contundentes
esperaban a nuestros chicos a mitad de cancha. Los chicos de rojo, pacientes,
sabedores de que su juego les llevaría en volandas hacia la victoria,
combinaban y combinaban sin arriesgar en exceso el esférico.
Poco a poco fueron llegando las ocasiones, hasta que Marcos, el
más listo de la clase, sacó provecho de un balón dividido e inauguró el
marcador. 1-0.
Sin descomponerse, el equipo visitante salía en balones largos
para que sus delanteros lucharan cada uno de los balones que caían en las
inmediaciones del área local. Fruto de este tesón e insistencia, y con un poco
de incertidumbre y falta de contundencia de los nuestros, llegó el empate. 1-1.
Vuelta a empezar. Más y más toque, más y más paciencia. Se
respiraba tranquilidad en las filas salesianas. De nuevo metidos en faena y con
el mono de trabajo puesto, volvieron a embotellar al Almenara en su área para,
cerca del meridiano del encuentro, Hugo Blasco establecer el 2-1 con el que se
llegó al descanso.
El partido, pese a la corta renta, parecía controlado, pero había
que sentenciar si no queríamos sufrir en exceso. De nuevo se apiñaban los
chicos entorno a sus entrenadores, quienes les dieron las últimas instrucciones.
De nuevo, bien formados y concertados, saltaban al campo. Por
delante 25 minutos para estar más cerca de la gloria. El guión poco cambio. Un
equipo de rojo que quería la pelota y un rival que no tenía ninguna intención
de disputarle el encuentro de tú a tú al líder. Así fueron poniendo cerco de
nuevo al área rival, y como un martillo sobre un yunque fueron golpeando la
portería visitante hasta poner el marcador en un más que tranquilizador
5-1. (Goles de Pablo Bodí, Antonino, por partida doble, uno de ellos de
magistral lanzamiento de libre directo.
Tras el esfuerzo realizado en los primeros 15 minutos, se vivieron
ciertos momentos de relajación, en los que el Almenara presionó la salida de
balón desde muy adelante para propiciar errores en nuestra zaga que les
permitiese acortar distancias en el marcador. En una falta cercana al área, el
equipo visitante acortó distancias 5-2.
De nuevo nuestros chicos parecieron entender que los partidos no
se ganan ni se pierden hasta que el árbitro pita el final, y de nuevo se
vinieron arriba con la intención de volver a poner tierra de por medio. Dicho y
hecho. 6-2, de nuevo Amiguet se encargaba de dejar el partido visto para
sentencia. Set para los Salesianos, final del encuentro y a esperar el
definitivo “Match-ball” que disputarán ya después de las fiestas
josefinas.
Ahora toca descansar, reponer fuerzas, pasárselo bien en Fallas,
tirar petardos, disfrutar del Trofeo de Fallas y vivirlo desde dentro ayudando
a la organización el sábado 15.
Esta vez recogerán pelotas y verán los encuentros, pero pronto,
muy pronto, estarán ahí, en el mismo campo, defendiendo los colores del club
que tanto amamos todos.
VAMOS CHICOS, ENHORABUENA.
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