Empezó el encuentro con dos equipos que habían mostrado sus
distintos estilos de juego durante toda la liga. Los Villarrealenses, ordenados
y peligrosos en el contrataque, de los que con muy poco te crean peligro. Los
burrianeneses con su estilo de toque característico, con mucha llegada y muy
creativo arriba.
Nos costó coger el ritmo del encuentro, y sobretodo, adecuarnos
a las dimensiones del campo. Poco a poco, los chicos de rojo se fueron
asentando, cogiendo el centro del campo y empezando a combinar. La máquina empezaba a
funcionar bien, con ciertas imprecisiones en los pases finales, y un poco de
precipitación en los remates, pero segura detrás y sin dejar de luchar ni un
balón en cualquier centímetro de la cancha. En una de las múltiples jugadas de
ataque, los chicos de salesianos consiguieron adelantarse en el marcador por
medio de Carlos Nadal. Este gol tranquilizó a la escuadra salesiana, que en ese
momento era dueña y señora del encuentro. El Esportiu apenas nos creaba
peligro. Poco a poco fueron pasando los minutos, y la renta en el marcador se
antojaba corta, máxime teniendo en cuenta que las dimensiones el campo hacían al
equipo rival gozar de ocasiones a balón parado. La grandeza y a la vez crueldad
de este deporte hizo que en un córner dejásemos libre de marca a uno de los
jugadores del Esportiu, quien recibió un medido centro y de limpio y preciso testarazo
llevase las tablas al marcador.
A empezar de nuevo.
Tras el descanso, empezamos la segunda parte dispuestos a
marcar el gol que tranquilizase la situación. Lo intentamos de la forma que
sabemos, tocando y combinando. Por la derecha, por la izquierda, por el centro,
hasta llegar con claridad en varias ocasiones.
El equipo estaba serio y ordenado, tranquilo y conocedor de
sus cualidades técnicas, de su superioridad. Se respiraba tranquilidad en las
gradas, hasta que en dos jugadas casi consecutivas, el árbitro nos anuló un gol
por fuera de juego inexistente y no dejo continuar otra jugada cuando se
cantaba de nuevo el gol. Los minutos
fueron pasando, y el gol no llegaba. Los ánimos se fueron caldeando. Y como
bien reza el refrán, a rio revuelto, ganancia de pescadores. Poco a poco, el
Esportiu fue jugando sus bazas, y al borde del final del encuentro dispusieron
de, si no la única ocasión de gol, una de las pocas de todo el segunudo acto. De
nuevo a balón parado. Libre directo sobre la línea del fuera de juego, que nos
puso el nerviosismo en el cuerpo. Nadie quería mirar. Sabíamos que se nos podía
escapar el encuentro. Y desgraciadamente para nosotros, el balón acabo alojado
en las mallas de nuestra portería. 2-1.
No hubo tiempo para más. Felicitar el equipo rival por tan
trabajada victoria.
Dolorosa derrota de este equipo, pues no se mereció perder
este partido, pero esta es la grandeza de este deporte. En ocasiones el equipo
que mejor juega no es el que acaba ganado el encuentro.
Ahora es labor de todos el estar al lado de nuestros chicos,
pues son ellos los que ganan o pierden, y los que a buen seguro se fueron a
casa fastidiados por haber perdido un partido que tuvieron controlado en todo
momento.
Sí, es bonito estar al lado de ellos cuando ganan. Hacer crónicas
de la grandeza del futbol que practican. Pero es necesario, imprescindible
diría yo el remar todos en la misma dirección, apoyarlos ahora que lo
necesitan. Darles dos golpecitos en la espalda, un abrazo, tener un gesto de
apoyo hacia ellos. Han de aprender que perder forma parte de su formación, esto
es futbol, y aquí se pierde con bastante asiduidad. La derrota es la parte dura
del camino que estos chicos recorren y que les forjará como personas, y quien
sabe si como futbolistas. Ellos supieron encajarla con una pasmosa
tranquilidad, con una madurez impropia de esta edad. A mí personalmente, me
dieron una lección de sensatez, de saber estar, de saber comportarse y saber
perder.
Bravo chicos, Y PASO A HABLARLES DE USTED.....
.....PORQUE USTEDES NOS
DEMOSTRARON A TODOS CÓMO PIERDE UN EQUIPO GANADOR. FIEL A SU ESTILO DE JUEGO,
ESTO TAN FÁCIL DE ESCRIBIR PERO NADA FÁCIL DE CONSEGUIR EN ESTAS EDADES, Y QUE YO COMO PADRE ESTOY EMPEZANDO A VALORAR, PUES SE PUEDE DECIR QUE ESTOY APRENDIENDO JUNTO CON MIS HIJOS, QUE MÁS ALLA DEL RESULTADO ESTÁ LO QUE ESTOS NANOS APRENDEN Y EVOLUCIONAN JUNTOS.
Es ahora cuando hay que demostrar que somos un equipo de
futuro, una piña, en la victoria y en la derrota. Solo así conseguiremos que estos
chicos saquen todo el futbol que llevan dentro, que es mucho.
AHORA MÁS QUE NUNCA, ANIMO CHICOS.
Este fin de semana volveremos
a la senda de la victoria. AUNQUE PARA NOSOTROS, PADRES, MADRES, FAMILIARES, CUERPO TÉCNICO, EN DEFINITIVA LOS QUE DISFRUTAMOS FIN DE SEMANA TRAS FIN DE SEMANA DE VOSOTROS, SOYS UNOS CAMPEONES.
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